Al ser una zona de roca caliza, hay multitud de filtraciones de agua subterránea, motivo por el cual el Salto del Nervión no suele tener agua en verano, ya que el poco agua que se recoge en la sierra tiene vías subterráneas para llegar al valle de Orduña formando el río Nervión. El resto del año la cantidad de agua recogida sí permite disfrutar de esta impresionante cascada.
Desde el mirador Cañón del Nervión, a 300 metros de altura podemos apreciar como se deshace el agua en su caida al vacío desde lo alto de la sierra Salvada.
En un hábitat privilegiado, donde sobrevive el buitre leonado, el hacón abejero y el búho real, el hayedo cerrado que coloniza el monte de Santiago llega hasta el mismo borde de la sierra Salvada.
En otro tiempo también existía una importante presencia de lobos en la zona de sierra, aunque la explotación ganadera provocó su caza generalizada hasta su práctica desaparición, testigo de lo cual es la existencia de cuatro loberas en el Monte Santiago, trampa consistente en dos paredes de piedra de dos metros de alto que convergen en un profundo pozo.